La relación comercial entre México y Estados Unidos ha sido marcada por la evolución de acuerdos como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y su sucesor, el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC), en vigor desde el 1 de julio de 2020. En este contexto, la industria automotriz se ha consolidado como un pilar fundamental del comercio bilateral, representando una de las principales exportaciones de México a su vecino del norte.
En 2023, México exportó a Estados Unidos vehículos por un valor de 130.03 mil millones de dólares, con un estimado del 90% de la producción nacional destinada al mercado estadounidense. Sin embargo, la posible imposición de nuevos aranceles por parte del gobierno estadounidense ha generado incertidumbre en el sector, particularmente en estados con fuerte presencia automotriz, como Puebla.
La planta de Volkswagen en Puebla es clave para la economía local, representando aproximadamente el 43.3% del PIB estatal y generando cerca de 18,720 empleos directos, según datos del INEGI. Por ello, el impacto de nuevos aranceles en la producción y comercialización de vehículos resulta de alta relevancia.
Ante este escenario, el profesor Ignacio Ibarra López, del Departamento de Economía del Tecnológico de Monterrey, Campus Puebla, desarrolló un Modelo de Equilibrio Estático Comparativo del Sector Automotriz en México. Este modelo analiza los efectos de un posible arancel mediante inteligencia artificial y teoría microeconómica, evaluando variables como producción, demanda y precios en ambos países.
Entre los principales hallazgos del estudio, destacan los siguientes impactos en la industria automotriz mexicana ante la aplicación de un arancel similar al propuesto por el expresidente Donald Trump:
• El precio doméstico de los automóviles en México descendería un -1.35% debido al exceso de oferta y acumulación de inventarios.
• El precio de los autos en EE.UU. aumentaría un 23.31%, ya que los fabricantes trasladarían el costo del arancel a los consumidores.
• La producción de autos en México caería un -22.82%, una cifra considerablemente mayor al descenso de -7.25% estimado por la AMIA.
• El empleo en el sector automotriz mexicano se contraería hasta un -23.86%.
• La demanda total de automóviles entre México y EE.UU. se reduciría en -22.82%.
Estos resultados evidencian un impacto significativo para la industria automotriz mexicana y, en particular, para Puebla, cuya economía depende en gran medida de la producción de vehículos.