Las manifestaciones recientes de transportistas, campesinos y jóvenes en distintos puntos del país y de Puebla responden al incremento de la inseguridad y a demandas económicas sin atender, señaló el Comité Directivo Estatal del PRI durante su conferencia semanal, en la que acusó al gobierno de Morena de minimizar las causas de las protestas y actuar con intolerancia para inhibir la inconformidad social.
El dirigente estatal del PRI, Juan José Castro Justo, afirmó que la situación de violencia que se vive actualmente en México y Puebla ha derivado en expresiones de descontento que, lejos de ser atendidas, han sido desestimadas por las autoridades. Criticó que se pretenda criminalizar a campesinos y transportistas que exigen seguridad, precios justos para sus cosechas y atención al campo.
Añadió que el gobierno federal ha señalado la supuesta participación de partidos políticos en algunas movilizaciones, lo que calificó como un argumento sin sustento, ya que —dijo— los institutos políticos tienen la responsabilidad de acompañar las causas sociales legítimas.
Castro Justo insistió en que la protesta no debe ser tratada como un delito y que las autoridades están recurriendo a la intimidación antes que a la solución de los problemas de origen. Señaló que el descontento social debe verse como un llamado urgente para recuperar la paz y atender rezagos estructurales.
Por su parte, la secretaria general del CDE del PRI y diputada local, Delfina Pozos Vergara, cuestionó que el Gobierno del Estado priorice proyectos no esenciales, como la construcción de una pista para arrancones, cuando la ciudadanía demanda mayor seguridad y obras públicas que mejoren su calidad de vida.
Con este posicionamiento, la dirigencia priista reiteró su llamado a atender las causas sociales que originaron las manifestaciones y a garantizar la libertad de expresión sin recurrir a prácticas represivas.
